Metafisica, se le llama así,
me han dicho
también llevan nombres de fantasmas
olas de hierro
sirenas,
ángeles maldecidos
se le llama metafísica
insolación
traumatismo craneo encefálico
psicósis, maltrato emocional
me han dicho que también tiene nombres más honestos
como amor, ilusión o sueños
que tiene cara raras que la gente suele mirar como muecas de locura
metafísca, enamoramiento
olvido o traición del santo sin velas que todos llevamos dentro
metafísica
meta física
por que quiere ser, por que quiere intentarlo
pero en la carrera se ha roto un pie y ventrículos
y los que corren compitiendo no piensan salvarle
se le llama desorden mental
se le llama locura sideral
metafísica, meta físca por querer ser
aferrarse un poco a lo tangible
a ese no sé qué que nadie sabe explicar
ayer me parecía apatía
dulces de más en la barriga
cigarrillos mentolados que son de un a marca que no es mía
pero que fumo por necesidad
y por la escasés en el estanco de tabaquería
escasés también de este pensamiento
(suelo incierto)
aguila sin altura
puesta en medio patio del zócalo
para que le maten a pedradas
...metafísica de mi manera de escribir tan mal
rápido y si apenas pensarlo, meta física
de que si esto es un poema
que poema llegue a ti y lo sepas sin que tengas que leerlo...
es una meta físca
por que sólo pretendo que sientas con esa piel en el cerebro
que dicen los neurólogos que protege al amor
durante tres meses que dura la obseción
de sentirse contento
se le llama desacuerdo se le llama masoquizmo
se le llama suicidio cuando las voces eran tantas
que el oido reventó en un disparo lleno de "no puedo"
se le llama soledad cuando a uno nadie le acompaña
aunque sea un error decir que se está solo
cuando es la misma soledad la que se queda todo el tiempo
acompañándote mas que tu propia madre durante una fiebre tifoidea
una meta física por alcanzarlo todo y aferrarse con ganas
como uno se aferra a un cacahuate japonés y lo siente partirse en las muelas
y luego tragarlo ya masticado sin que su presencia se note en el estómago
pero se tenega la seguridad que con 30 como esos ya se ha comido
tomar de la mano a esa sensación, como si fuese la mano de un niño pequeño
antes de que se escape y cruce la calle donde lo atropellarán
le llaman ansiedad y la controlan con medicamentos
chochos azules y gotas amargas debajo de la lengua
para los que traicionan su propio instinto de soñadores
o lo que es lo mismo, futuros depresivos
que sienten entonces? metafísica?
los doctores no le llaman amor
los doctores no reconocen un suspiro matutino
en ningun ultrasonido
en una endoscopía que llegue al intestino grueso
por que nadie sabe donde está
ni siquiera Freud
y si dios tienen ganas esta tarde me dirá que este poema es un asco
que mis teorias vagabundas del olvido como principal cazador del instinto,
acertaron otra vez, y se sentará a mirar mi vida
con todo y su miopía desde el estadio vacio donde sólo juego yo
pero es que le llaman amor, olvido, metafísica
locura, muerte cerebral, estado vegetativo
a todo aquello que nos trastorne la razón o la conciencia
el dominio de todo lo que creemos saber y sentir
de todo lo vivido
pegasos, faunos y cíclopes
todo lo inexistete, lo que no se puede apretar con una mano
mandarle de un tiro seguro al bote de basura
y mirarle fijamente, sí, hundido
entre todo el papelerío de poemas mal escritos
mal escritos por que no debían ser, incluso cuando debían serlo
mirar como se queja un árbol por el desperdicio
por el precio que se paga cada que un escritor cree que despertó con inspiración
y sólo escribe cosas como estas
o lo que es peor, cuando no tiene inspiración
si no
unas ganas tremendas de decirle a lo que sea que está ahí dentro
que se menifieste como un algo
como lo que le pegue la gana
pero que haga favor de dejar de hacerse pasar
por ese tiempo en que no recuerdo
en que me morí por que no estoy aquí
y me siento con el alma podrida
por que te olvidé más pronto de lo que pensé
por que te sustituí con trivialidades
tonterías, vanidades,
como apretar los ojos todos los días
fuerte fuerte hasta pensar que esto que escribo
a la misma velocidad con la que se mueven mis dedos en el teclado
me hará volverte a recordar, a recuperar la conciencia
la inocencia, la maldad
y volver a sentir que cualquiera de todos esos pseudónimos
que tiene la meta físca se pueden releer como si fuesen papeles,
libros deshojados que irán a parar a mi bolsillo
después de doblarlos en forma de ese barco
en el que me iré.